En un contexto de severos cuestionamientos por nuestro desempeño como empleados públicos y como integrantes del Tribunal iniciamos en 1998 la creación de la seccional APOC en Neuquén.

Por entonces, la sociedad señalaba responsabilidades directas del Estado en la provisión de bienes y/o servicios (olvidando reconocer que anteriormente el Estado por sí sólo no dio respuestas adecuadas, como tampoco las daba el mercado) y que pasamos de record de inflación durante los ’80, a una deflación record que se inicia en 1998. Ya se conocían cambios notables en la calidad de vida de la población, donde el 45% se encontraba en niveles de pobreza y el 25% en extrema pobreza.

En este marco nace APOC-Neuquén, Asociación Gremial que se constituyó formalmente esperando:

  1. Fortalecer institucionalmente el Tribunal de Cuentas, dándole vitalidad a partir de la propia capacidad crítica, reflexiva e imaginativa;
  2. evitar conflictos y la violencia laboral que se apreciaba con los contratados;
  3. racionalidad y respeto por las personas, rescatando el capital humano;
  4. recomponer valores como igualdad de oportunidades, equidad, libertad de expresión;
  5. procurar el establecimiento de la carrera administrativa y un escalafón propio;
  6. jerarquizar la formación y desempeño de los agentes, sumariantes y auditores.
  7. contribuir a la renovación del Tribunal, mejorando las relaciones interpersonales y la calidad de vida humana.

También se inicia esperando que la concurrencia de todos nos permitan un desempeño acorde a los tiempos que vivimos; que se nos permita crecer y nos actualicemos en las relaciones con el medio externo, considerando y asumiendo el dualismo entre trabajadores protegidos y otros no tanto, lo cual hace verdaderamente difícil la representatividad sindical.

En procesos de cambios, incertidumbres y acomodamientos permanentes adquieren relevancia las relaciones laborales de cooperación para mejorar la productividad y calidad del Tribunal de Cuentas, lo que supone compartir objetivos de mejora tanto individual como colectiva.

La tarea de control nos permite “recuperar la realidad” y calificar gestiones de las organizaciones en este período de cambios profundos. Advertimos que, al ser las personas, los profesionales, las familias y demás grupos capital social y cultural por esencia, portadores de actitudes de cooperación, valores, tradiciones y visiones de la realidad, necesitábamos una Asociación que considerara el grupo operativo de control, pues si ello es ignorado, salteado, deteriorado, se inutilizarían importantes capacidades aplicables al desarrollo y se desatarían poderosas resistencias. Si, por el contrario, se reconoce, explora, valora y potencia su aporte, podría ser muy relevante y se podría propiciar círculos virtuosos con las otras dimensiones del desarrollo social y económico.

El estudio de la realidad o la gestión de la administración pública provincial, la capacidad de diálogo y la existencia de una actitud cooperativa se facilita con transparencia, apertura y franqueza, y permite un clima favorable para desarrollar relaciones laborales constructivas, permitiendo construir además una “memoria institucional”.

No somos ajenos a nada humano. Creemos:

  • en la necesidad de enfrentar retos y desafíos,
  • en la necesidad de construir, aunque sea parcialmente, nuestra visión del Estado Neuquino,
  • que todos los momentos son cruciales, o al menos nos parecen que lo son, y este es uno de esos momentos
  • que el alto sentido de responsabilidad no es autocensura permanente,

Los prejuicios, intereses creados y las ideas convencionales obstaculizan nuestra fuerza creadora y la libertad.

La lucha interior de cada auditor contra la hipocresía y el miedo adquiere trascendencia superlativa.

Ha sido nuestro permanente interés contribuir a un Tribunal de Cuentas fuerte y eficiente, que respete y haga respetar las leyes, donde no pierdan quienes respeten las normas y ganen quienes las eviten.

En un país donde la realidad nos devolvió situaciones en las que sobresalientes capacidades, sin honestidad, no mejoraron nuestra situación; y en una provincia donde la energía reconoce en el gas, petróleo y agua una importancia significativa, pretendemos aprender de la fórmula del agua: “H2O”, que traducimos y re-significamos en nuestra sede de APOC – Neuquén como: Honestidad, Humildad y Osadía.